Desde hace varios años, el cultivo de plantas, conocidas como «simples», nos ha permitido elaborar infusiones. Esta labor aún no garantiza la independencia financiera del priorato, pero sus donaciones contribuyen a ella.
Esto nos ha llevado a criar abejas, cuya miel, propóleo y cera son valiosos dones que utilizamos para crear bálsamos, hidrosoles y fórmulas de infusión-maceración con nuestras flores y plantas aromáticas.
Breve historia de las rosas de Damasco
Encuentros afortunados nos han permitido crear productos extraordinarios para los que ahora necesitamos ampliar nuestra producción, en particular las rosas de Damasco.
Un vecino del priorato, jubilado, ha accedido a vendernos un terreno muy bien expuesto donde comenzaremos a plantar rosas de Damasco, una especie rara y antigua, muy apreciada en la industria del perfume y utilizada en la fórmula de las «gotas de amor» que hemos desarrollado.
En 1254, a su regreso de las Cruzadas, el caballero Roberto de Brie trajo una muestra a Francia. La rosa de Damasco se popularizó de inmediato en Francia y pronto se asoció con la fabricación de ungüentos y remedios para la piel.
Estas «gotas de amor», cuidadosamente recolectadas por amor a Dios que nos ama, son ofrecidas por la Comunidad bajo el hermoso nombre de «Still’Amoris». ¡Bálsamos, infusiones maceradas, sueros e hidrolatos!





El cultivo de nuestras plantas y las materias primas de nuestros productos 100% naturales.
El cultivo, la cosecha, el secado, la destilación, la elaboración, incluida la apicultura, se llevan a cabo en el priorato por las hermanas pequeñas.






La destilación de nuestra rosa de Damasco

